Narrativas cantadas de Úteros Golosos. Cap 5. "Crisis de Identidad". Wen


 Crisis de Identidad


Llegamos a Cali, ¡qué maravilla! La atmósfera de la ciudad me envolvió de inmediato en un abrazo caliente de historias no contadas. Llegué con la maleta llena de apuntes y la cabeza atiborrada de preocupaciones académicas, pero la energía del entorno tenía otros planes para mí. En cada esquina, un ritmo me llamaba. Era el Petronio, una explosión de vida y color que se colaba por las grietas de mi agenda.

No era mi primera vez conectando con lo afro. Las ruedas de tambores capitalinas y los viajes al caribe me habían mostrado, en su momento, sobre la resistencia y el mestizaje, melodías que nacieron del dolor y la lucha. Reconocía los ecos de la diáspora africana en las costas del caribe, pero ahora me encontraba en el Pacífico, el corazón de esa herencia, donde la africanidad no es un eco, sino la voz principal.

En medio de nuestros compromisos (el conversatorio, las presentaciones, una Beca que ejecutar) que en primera instancia nos llevaron a este territorio, una pregunta silenciosa empezó a crecer en mi interior: ¿Había una verdadera profundidad en mi experiencia? o ¿simplemente soy parte de la exotización de una "cultura"?

La pregunta que me hago no solo es válida, sino necesaria. Refleja la crisis que me acompaña a cualquier encuentro genuino: la identidad se tambalea y se replantea. Lejos de ser una simple exotización, mi experiencia se convierte en un acto de apreciación sobre las formas de existencia que me atraviesan y que le dan sentido a lo que me rodea.

Ahora sobre pienso y me cuestiono si estoy forjando un nuevo discurso en mi cuerpo, uno que se llena de contenidos y vivencias que van más allá de las etiquetas. En el Petronio, no solo presencio un festival, sino que me sumerjo en los arrullos que sostienen la vida.

Fue un viaje de muchas contradicciones, de muchos sentires, sigo pensando y analizando, deconstruyendo si mis conductas han sido y siguen siendo pensamientos coloniales mezclados en un sin fin de conceptos sobre lo que me antecede; estoy en crisis, sí, pero también me reconozco en cada historia, en cada golpe de tambor, en un canto que evoca un pasado que se resiste a ser olvidado.


 Fruto de Akke, este fue implementado en la gastronomía del pacífico, cuando traían árboles y semillas desde África hasta Jamaica y el Abya Ayala.



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